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Símbolos de Navidad




Los Ángeles:
son seres inteligentes, capaces de sentir, pero de una especie diferente; existen en una frecuencia vibratoria levemente más fina que aquella con la que nuestros sentidos físicos están afinados. Esto significa que no podemos percibirlos comúnmente, con los ojos o los oídos, pero ellos pueden percibirnos a nosotros. Ellos tienen la asignación de cuidar.




Los Colores: - Verde: es el protagonista de la época, ya que significa esperanza.
- Azul, plateado y blanco: transmiten tranquilidad y a la vez alegría.
- Rojo: es el color de la vida, de las emociones, las pasiones y el amor.

Mes de Diciembre:
Significa alegría, música, risas, regalos y el prospecto de otro fin de año, que abre la puerta a un pleno de magníficas posibilidades.



Tarjetas:
Los christmas, o tarjetas navideñas, pueden tener un cierto parecido con las felicitaciones romanas muy anteriores al cristianismo. La primera utilización masiva de tarjetas postal fue motivada por circunstancias que no tienen nada que ver con la Navidad. Fueron inventadas en Inglaterra por Sir Henry Cole, quien en 1843 mandó a reproducir en una imprenta una escena navideña que fue pintada y dibujada por un amigo, tras un encargo suyo. Luego, escribió en las tarjetas unos breves deseos de felicidad y, después de firmarlas, las envió a sus familiares y amigos. Comercialmente hablando, la primera tarjeta de Navidad fue diseñada por J.C. Horsley y su venta fue un éxito total, ya que las mil elaboradas se vendieron por completo en Londres. En 1849, el artista inglés William Egley produjo una tarjeta más popular y económica.




Los villancicos:
Los cantos que se entonan en la Navidad tienen su origen en la Edad Media y se mantienen en recuerdo de los profetas que anunciaban el nacimiento de Jesús. Las más antiguas canciones datan del siglo IV, tiempo en que la música medieval cristiana siguió la tradición gregoriana. En la Italia Renacentista surgieron canciones que se acercaron mucho a lo que hoy conocemos como villancicos. El más famoso de todos, "Noche de Paz", fue escrito por el sacerdote Joseph Mohr y compuesto por el organista Franz Gruber en 1818.



Reyes Magos:
Son sacerdotes magos pertenecientes a la religión de Zoroastro, profeta de la antigua Persia. Sus nombres son Melchor, Gaspar y Baltasar, aunque San Mateo, en su Evangelio, no lo especifica. Su historia comenzó a escribirse en el siglo III en el "Opus Imperfectum in Mattheum", aunque no se describe la fisonomía tal y como aparecen en la iconografía actual. Lo que se dice son sus edades, comprendidas entre los veinte y los sesenta años, y su raza blanca, negra y amarilla. Lo único que se sabe es que fueron guiados por una estrella que los condujo hasta el pesebre en Belén.




Santo Pesebre:
Lugar en donde la Virgen María dio a luz al Niño Dios. Aunque no se ha podido confirmar, parece ser que bajo el pontificado de Teodoro I, en el siglo VII, se trasladó a esta capilla la reliquia del Santo Pesebre. Allí continuó hasta que en tiempos de Pío IX, se la trasladó a la cripta del altar mayor.
El pesebre de urna de cristal y plata, se encuentra sostenido por cuatro ángeles entrelazados por guirnaldas, en donde descansa la figura desnuda del niño en acción de bendecir.



Papá Noel:
Viejecito bonachón de barbas blancas que festeja la noche de Navidad con regalos depositados en los zapatos. El personaje principal de esta leyenda es San Nicolás, obispo de Mira, quien alivió, hace muchísimas navidades, las necesidades de una familia, depositando su fortuna en los zapatos que se encontraban al lado de la chimenea. Los emigrantes holandeses que llegaron a los Estados Unidos hicieron famoso a Santerklaus que, por su dificultad fonética, comenzó a llamarse Santa Claus.



Árbol navideño:
Alemania parecería ser el lugar en el que se originó esta costumbre que data de la primera mitad del siglo VIII, tiempo en el que el misionero británico San Bonifacio derribó un roble mientras predicaba un sermón, para demostrar a unas personas que este árbol no era sagrado ni inviolable. Al caer el árbol los arbustos que estaban alrededor también cayeron, salvándose únicamente un pequeño abeto. San Bonifacio interpretó este suceso como un milagro por lo que decidió llamarlo el " árbol del Niño Dios" y, los años siguientes, los cristianos celebraron la Navidad plantando abetos. A partir del siglo XVI, en Alemania se decoraron los abetos para la celebración religiosa. Su significado en estas fiestas es la alegría simbólica representada en objetos de colores que hacen hincapié a los regalos que las personas están por recibir.



La Estrella:
Fue el fenómeno astrológico y astronómico que llevó a los Magos a través
del desierto. Se han hecho conjeturas sobre una triple conjunción de los planetas Júpiter y Saturno a su paso por Piscis que se habría producido en el año 7 a.C., año que se cree que fue el verdadero nacimiento de Jesús.



Corona de Adviento:
Proviene de una tradición pagana europea que consistía en prender velas durante el invierno para representar al fuego del dios sol, para que regresara con su luz y calor en esa época de frío. Los primeros misioneros aprovecharon esto para evangelizar.



Misa de Gallo:
Es la misa que se celebra el 24 de diciembre como término de la vigilia de Navidad. Esta celebración solía caer "ad galli cantus" (al canto del gallo), de donde se originó este nombre, que no tiene nada que ver con la costumbre, en algunos países, de comer esta ave al horno en la cena de Nochebuena.



Los Regalos:
No se conoce su origen a ciencia cierta porque hay distintas raíces: San Nicolás como el benefactor anónimo, los Reyes Magos que le llevaron presentes a Jesús y la costumbre romana de dar regalos de buena suerte a los niños durante la Saturnalia. El día de dar regalos varía según el país y sus costumbres, pero las más destacadas son el 6 de diciembre en memoria de San Nicolás, el 24 de diciembre en vísperas de Navidad, el 25 de diciembre por el nacimiento de Jesús, el 1 de enero por año nuevo y el 6 de enero por la visita de los Reyes Magos.



El Pavo y la Cena:
El pavo llegó a Europa procedente de México en el siglo XVI, gracias a Hernán Cortés luego de que los aztecas se lo dieron a probar. Tiempo después, los jesuitas lo introdujeron en Europa al llevarlo a sus colegios y celebrar la Nochebuena con esta carne especial. La carne de cualquier clase era el plato más importante de la comida de Navidad, basándose en las palabras que Jesús pronunciara en la Ultima Cena: "Esta es mi carne". Puerco, jamón, ganso, pavo, pescado o una combinación de todas ellas era lo principal de la cena, acompañado de una innumerable variedad de tortas y pasteles de muy complicada preparación y solo horneadas para esta fecha.

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