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Constancia


“La Constancia es la virtud por la que todas las otras dan su fruto.” (Arturo Graf)
Según la definición de la Academia Real Española, Constancia (Del lat. constantia). Significa firmeza y perseverancia del ánimo en las resoluciones y en los propósitos.
La constancia es la aplicación continua y frecuente de un esfuerzo por lograr determinado propósito u objetivo.
Nuestras vidas están colmadas de anhelos por lograr metas, objetivos, sueños e ideales.
Cuando nos proponemos alcanzar una meta determinada, vemos que el trayecto a seguir muy pocas veces es una mera línea recta o un camino allanado sin obstáculos. Muy por el contrario, en la mayoría de los casos aparecen inconvenientes y desafíos que debemos superar con determinación, voluntad, constancia y perseverancia.
Si bien la constancia es comúnmente considerada como un sinónimo de perseverancia, podemos diferenciarla en que la constancia está más asociada al tiempo, la frecuencia y el ritmo establecido de acción para alcanzar un objetivo, mientras que la perseverancia se asocia más con la voluntad y el esfuerzo sostenido.
Ejemplos de constancia pueden ser: un obrero que cumple un horario y que se levanta puntualmente todas las mañanas para ir a su trabajo; un estudiante que realiza sus tareas dedicándole dos horas diarias al estudio, una madre que le dedica amorosamente unos minutos todas las noches para leerle un cuento a sus niños pequeños; etc.
Para desarrollar la virtud de la constancia, no hace falta un esfuerzo sobrehumano, sino más bien un método, un ritmo, la claridad de propósito y un sentido de equilibrio. Así como las gotas de agua que, sin ser mas fuertes que la roca, la erosionan más y más con el transcurrir del tiempo hasta perforarla, de la misma manera la aplicación constante de una acción orientada hacia un fin, nos proporcionará la agradable satisfacción de llegar a concretar nuestros anhelos más profundos.

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