Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de julio, 2010

La felicidad de andar por casa

Un sabio consejo y Ten a tu mujer en la más alta estima Un sabio consejo Paul Newman, recientemente fallecido, estuvo casado durante más de cincuenta años con la misma mujer. Es muy conocida su respuesta a la pregunta sobre el motivo de su éxito matrimonial: "¿Para qué buscar una hamburguesa si tengo en casa un entrecot?. Joanne siempre me ha dado apoyo incondicional en todas mis decisiones y esfuerzos, eso incluye mis carreras de coches, que ella deplora. Para mí eso es amor". Más allá de la parte dedicada a la hamburguesa, en la respuesta de Newman queda clara la importancia que para los hombres tiene el apoyo incondicional de la mujer; y es que detrás de casi todo hombre se esconden inseguridades y la necesidad de sentirse apoyado. La contestación de Joan Woodward: "Estar casada con Paul es estar casada con el hombre más considerado y romántico", ponía de manifiesto lo que aprecian muchas mujeres en los hombres, consideración, estar en lo

Pobre Dorian Gray

Ayer le pregunté a un septuagenario si se había leído El retrato de Dorian Gray, de Oscar Wilde, y me dijo que sí, que allá por la adolescencia le hizo bien, aunque se acordaba de pocos detalles, de la cuchillada del eternamente joven Dorian al cuadro que desaguaba toda su corrupción moral y poco más. Sin embargo, sabía que aquella obra se movía en una atmósfera de encrucijadas. Decía Flaubert que el hombre es, por encima de todo, un ser insuficiente para el bien y para el mal, y que la mayor parte de su vida transcurre en pensamientos ociosos. Sin quitarle razón, hay momentos en que uno se la juega, y la insuficiencia habitual se solidifica en una decisión que implica toda su persona. Wilde nos lo subraya en dos momentos magníficos. Al inicio de la novela, Dorian no soporta advertir que el retrato que le hace Basil, el artista, no envejecerá jamás, mientras él tendrá que pasar por todas las fases de decrepitud hasta morir. Entonces, realiza lo que posteriormente llamará un juramento,

«La gente sale del cine con ganas de vivir, alegre»

Entrevista a don Juan Manuel Cotelo, director de La última cima Hace pocas semanas se estrenó este documental sobre el sacerdote de Madrid don Pablo Domínguez, fallecido en un accidente de montaña en el Moncayo, cuando contaba cuarenta y cuatro años y era Decano de la Facultad de Teología San Dámaso. El éxito comercial de la película ha sido enorme, y ha generado muchos entusiasmos entre espectadores de diversas edades. Entrevistamos a su director y productor, don Juan Manuel Cotelo Hace varias semanas se estrenó La última cima y aún sigue en la cartelera. ¿Su carrera comercial ha sido la prevista? Confiábamos plenamente en la película -si no, no la hubiéramos hecho-, pero no imaginábamos, en nuestros mejores sueños, que la difusión iba a suceder tan rápidamente, ni de un modo tan extenso por todo el mundo. Ya son 900.000 las personas que han visto los primeros minutos de película por Internet, y nos la han solicitado desde más de cien países. En España, sigue creciendo el número de sa

¡Papa: si no vienes, te vamos a buscar!

No habían transcurrido ni cuatro horas de su presentación a los medios, cuando la avalancha de visitas a la web http://bb16.org desbordó todas las expectativas e, incluso, generó algunos problemas de acceso a los internautas. Tal ha sido el entusiasmo con el que los españoles han acogido la Carta de bienvenida al Papa Benedicto XVI que, ante la próxima Visita del Pontífice a Barcelona y a Santiago de Compostela, mil personalidades españolas del mundo de la política, el periodismo, la empresa, la educación o el deporte han firmado y colgado en Internet para que cualquiera pueda sumarse a la iniciativa. Una proposición que no podía haber tenido mejor respuesta. El pasado lunes, durante el acto de presentación de la Carta, la periodista de Telemadrid María Pelayo -que oficiaba de maestra de ceremonias- lo confirmaba: «En sólo unas horas, más de 10.000 personas ya han firmado el texto». Y la cifra va in crescendo. Así, ya son miles de personas los que quieren recibir al Papa con los brazos

Toy Story: hay un amigo en mi

http://multimedia.decine21.com/Trailer/Toy-Story-3-Trailer-Toy-Story-3-1348 ¿Cómo un cuento para niños puede ser una fábula para adultos? De vez en cuando las pantallas del cine lo consiguen. Es el caso de Toy Story 3 la película de los juguetes que toman vida cuando su dueño no los ve. No les voy a contar el argumento, pero les quiero compartir una reflexión. La película presenta una constante elección: mis amigos o mi conveniencia. No es un mensaje sencillo para una sociedad individualista como la que vivimos. Como tampoco es una enseñanza fácil para los niños caprichosos y egoístas de la moderna generación. A lo largo de la película, los juguetes de Toy Story tienen varias oportunidades para buscar el propio interés, incluso hasta para salvar la piel, bueno, el plástico. Sin embargo, no lo hacen. Una y otra vez vuelven a buscarse, como un imán que los atrajera. Y en esa búsqueda de unos por otros, van haciendo que las cosas cambien: Consiguen que Andy no los olvide del todo, consi

Todos somos Pulgarcito

Este texto fue escrito por Jérôme Lejeune en 1973. Resume toda la fuerza de certeza científica de uno de los padres de la genética moderna, gran médico y gran científico, descubridor de numerosas enfermedades de origen genético, de las que la trisomia es la mas conocida. "La genética moderna se resume en un credo elemental que es éste: en el principio hay un mensaje, este mensaje está en la vida y este mensaje es la vida". Este credo, verdadera paráfrasis del inicio de un viejo libro que todos ustedes conocen bien, es también el credo del médico genetista más materialista que pueda existir. ¿Por qué? Porque sabemos con certeza que toda la información que definirá a un individuo, que le dictará no sólo su desarrollo, sino también su conducta ulterior, sabemos que todas esas características están escritas en la primera célula. Y lo sabemos con una certeza que va más allá de toda duda razonable, porque si esta información no estuviera ya completa desde el principio, no podría te

Aborto progresista

Más execrable que el crimen del aborto me resulta la anuencia sorda, la complicidad cetrina de una sociedad que lo acepta como un mal menor, o incluso como un remedio benéfico. Una sociedad capaz de convivir silenciosamente con su oprobio es una sociedad enferma; si, además, ese oprobio se erige en mercancía de chalaneo electoral, quizá debamos preguntarnos si esa sociedad no está demandando una autopsia urgente. Vuelvo a referirme al aborto, esa incalculable abyección moral, desoyendo los consejos de mis editores, agentes y demás promotores de mi carrera literaria, que me solicitan que calle y me lave las manos, para no crearme rencillas y animadversiones. Cuando me adjudicaron el premio Planeta, varias revistas culturales propagaron mi beligerancia contra el aborto y solicitaron a sus lectores que no compraran los libros de alguien que se atrevía a pronunciar tamaña inconveniencia. Al parecer, denunciar la condición criminal del aborto constituye un síntoma de adhesión a la «derecha

Delibes habla del aborto

«En nuestro tiempo es casi inconcebible un progresista antiabortista. Para éstos, todo aquel que se opone al aborto libre es un retrógrado, posición que, como suele decirse, deja a mucha gente socialmente avanzada con el culo al aire. Antaño el progresismo respondía a un esquema muy simple: apoyar al débil, pacifismo y no violencia. Pero surgió el problema del aborto y, ante él, el progresismo vaciló. (...) Para el progresista, eran recusables la guerra, la energía nuclear, la pena de muerte, cualquier forma de violencia. En consecuencia, había que oponerse a la carrera de armamentos, a la bomba atómica y al patíbulo. El ideario progresista estaba claro y resultaba bastante sugestivo seguirlo. La vida era lo primero, lo que procedía era procurar mejorar su calidad para los desheredados e indefensos. Había, pues, tarea por delante. Pero surgió el problema del aborto, el aborto en cadena, libre, y con él la polémica sobre si el feto era o no persona, y, ante él, el progresismo vaciló. El

Bon appétit!

Historia basada en hechos reales, contada en dos tiempos que se alternan. En 1947, Julia Child es una mujer estadounidense felizmente casada con un diplomático, que no puede tener hijos, y vive en París. De carácter campechano algo arrollador, dispone de mucho tiempo libre, por lo que decide aprender los secretos de la cocina francesa junto a un gran maestro. Su amistad con otras dos mujeres le embarca en el proyecto de escribir un libro sobre cocina francesa para amas de casa norteamericanas. Por otro lado, en 2002, Julie Powell se ha casado recientemente y se ha ido a vivir con su esposo al Queens neoyorquino. Y combina su trabajo en una oficina de atención a los damnificados por los atentados del 11-S, con el mantenimiento de un blog en internet, donde arroja una mirada fresca al mundo culinario y a sus propias experiencias personales. Inspiración principal de Julie es el archifamoso libro de recetas de Julia. Nora Ephron es una cineasta irregular, que combina títulos notables como