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Mostrando entradas de enero, 2013

Sobrevivir para contarlo

  Ruanda es un pequeño país muy densamente poblado de la región de los Grandes Lagos de África. Es conocido por su fauna salvaje, por sus ciudades típicas y por los preciosos parajes naturales que ofrece su terreno fértil y montañoso. Pero sobre todo es conocido y recordado por la sangrienta guerra civil que se desató en 1994, tras una larga historia de diferencias raciales y de discriminación entre las dos principales etnias del país. La etnia dominante en aquel momento, los hutus, se dejó arrastrar por el odio acumulado desde muchas generaciones atrás y desencadenó uno de los genocidios más intensos y sangrientos de la historia, con más de 800.000 tutsis asesinados en un espacio de apenas tres meses. Immaculée Ilibagiza tenía entonces 22 años. Era una estudiante universitaria de raza tutsi. Cuando estalló el conflicto, en el mes de abril de 1994, ella se refugió junto con otras siete mujeres en un pequeño cuarto de baño en la casa de un pastor hutu que se atrevió a esconderlas

Feliz sobriedad

«Una solidaridad de sobriedad produciría una solidaridad de felicidad.» Ésta es la afirmación que hace un tiempo escuché de Maximiliano Herraiz, profesor conciso y directo en sus enseñanzas; ocupado en clarificar, sin alharacas, cuestiones que pudieran tacharse de etéreas y que él enmarca con naturalidad y solvencia en la experiencia cotidiana. Hay expresiones cuya belleza produce una rotunda impresión de veracidad. Difícil saber si es su belleza o su verdad desnuda de argumentación, lo que constituye la fuerza atrayente que te devuelve a ella una y otra vez. El deseo de compartir su impactante sentido con otros motiva a intentar convertir en reflexión argumentativa lo que intuitivamente has percibido en su hermosura. La sobriedad remite a la templanza y la moderación, a la carencia de adornos superfluos. No es contraria al disfrute, sino al exceso. Se aviene con la mesura y, en el fondo, eso favorece el buen paladar. Para qué decir a estas alturas que son tiempos difíciles...