EL personal anda muy desconcertado con lo del buey y la mula, porque han oído que el Papa niega que hubiera tales animales en el Portal, y no saben si, en consecuencia, deberían quitarlos de los nacimientos. No he leído aún el libro de Benedicto XVI sobre la infancia de Jesús, que ha editado en España mi amiga Carmina Salgado, pero supongo que nada está más lejos de las intenciones del Papa que eliminar a dicha pareja de los pesebres navideños. A don Julio Caro Baroja, que era agnóstico, los belenes le hicieron etnógrafo desde niño, cuando lo llevaban a la Plaza Mayor a comprar figuras de pescadores de caña, molinos de corcho y musgo abundante. A mí también me entusiasmaba montar el de mi familia, que tenía hasta un castillo de Herodes. Eso sí que era una incongruencia, porque Herodes vivía en Jerusalén. Y qué. ¿Desde cuándo le importaron al pueblo, cuando todavía había pueblo, las incongruencias geográficas o zoológicas? Lo de la mula y el buey ha crea...