"¿Tiene Dios realmente un lugar en nuestro pensamiento?”, se preguntó Benedicto XVI en su homilía de la Misa de Nochebuena que celebró en la Basílica de San Pedro. El Papa dijo que la metodología del pensar de mucha gente “está planteada de tal manera que, en el fondo, Él no debe existir”. Añadió que aunque parece llamar a la puerta de nuestro pensamiento, “debe ser rechazado con algún razonamiento”. Porque para que se sea considerado serio (en nuestra sociedad secularizada y alejada de Dios), “el pensamiento debe estar configurado de manera que la ‘hipótesis Dios’ sea superflua”, denunció el Pontífice. “No hay sitio para Él. Tampoco hay lugar para él en nuestros sentimientos y deseos. Nosotros –prosiguió el Sucesor de Pedro– nos queremos a nosotros mismos, queremos las cosas tangibles, la felicidad que se pueda experimentar, el éxito de nuestros proyectos personales y de nuestras intenciones. Estamos completamente ‘llenos’ de nosotros mismos, de modo...