Sostiene Aristóteles que el bien supremo que persigue el hombre es la felicidad. Según esta extendida opinión el vivir bien y el obrar bien son sinónimos de dicha. Sin embargo, hay que tener en cuenta las variadas opiniones individuales. Para el enfermo la felicidad es la salud. Lo que para el pobre es la riqueza. En el estratega la felicidad está en la victoria y para el arquitecto en la funcionalidad y la belleza. Hay quienes piensan que felicidad es embotarse de placeres lo que provoca una sensación fugaz de felicidad. Hay personas que teniendo mucho dinero se mueren porque no pueden comprar vida. Y hay quienes teniendo vida la pierden por torpeza invencible consumidos por las drogas y el no hacer nada. Un debate reciente de psicólogos en la Universidad Complutense de Madrid reveló que la felicidad no sólo es posible, sino que en la vida puede aprenderse a ser feliz. Para ello es esencial en las personas tener sentido del humor y saber valorar lo importante y lo valioso de la propia...