
1.- Paciencia, constancia y firmeza. Tres reglas de oro.
2.- No te sientas culpable por tener que trabajar. Respecto al tiempo, más vale
calidad que cantidad. Dedícales un tiempo especifico a cada uno para que se sientan aceptados y queridos.
3.- No les digas sólo que los quieres. Demuéstraselo también. Sorpréndelos siendo bueno con ellos. Agradéceles cuando se porten bien y reconóceles cualquier mejora. Trátalos como te gustaría que los trataran los demás.
4.- No quieras que tus hijos sean lo que te hubiera gustado sera ti. Acéptalos como son y no como quisieras o imaginabas que serían.
5.- Fomenta sus habilidades manuales e intelectuales. Estimúlalos con juegos, libros, disfraces, etc. Concéntrate en reforzar lo que hacen bien más que en corregir sus faltas.
6.- Dales mucho cariño, pero no los malcríes.
7.- Aprende a trabajar en equipo con tu pareja. No discutáis delante de ellos. Cuando no sepáis que hacer actuad los dos a una formando un equipo y aplicar el sentido común. Os sentiréis más unidos.
8.- Sé coherente con lo que dices. Cumple siempre tanto los premios como los castigos y no hagas tú lo que no quieres que hagan ellos.
9.- Consiénteles sólo lo imprescindible. Hay que cortar actitudes que promuevan que de adultos sean maleducados, consentidos y egoístas. Que salten en el sofá tiene una importancia relativa, sin embargo no dejes de ninguna manera que os falten al respeto ni a vosotros ni a ningún otro mayor.
10.- Aprende a poner limites. Les da seguridad. Si dejamos que hagan todo lo que quieren pensaran que no tienen importancia o que no nos importan
Comentarios