Ir a trabajar de buen humor y ser organizado pueden convertirte en un trabajador más productivo.
Tener un buen trabajo y que te guste, es la situación laboral ideal. Sin embargo, no es bueno acomodarse porque las empresas tienden a esperar que la productividad de sus empleados aumente progresivamente a cambio de la confianza depositada en ellos. "Debes tener en mente que si tu compañía ha apostado por ti para largo plazo, debes corresponder siempre con esfuerzo y trabajo duro", aconseja Verónica Milo, directora de Márketing de Monster.es.
¡Levántate de vez en cuando!
- Descansa para rendir más. Es absurdo y poco recomendable estar delante del ordenador durante todas las horas que dura la jornada laboral. Vas a trabajar para rendir, no para acabar viendo doble y con dolor de cabeza.
- Para cada dos horas. Los expertos recomiendan que se descanse cada dos horas. Aprovecha para tomar un café, dar un corto paseo o simplemente desconectar la mente desde el escritorio.
1. Planifica tu día. Una jornada laboral productiva comienza desde el mismo momento en que te levantas. No olvides intentar descansar bien, levantarte a tiempo y tomar un buen desayuno. Planifica las distintas actividades.
2. De buen humor. A veces nos gustaría quedarnos en casa sin salir de la cama. Recuerda: si las cosas tienen solución, no deberías preocuparte y si no está en tu mano, tampoco.
3. Empieza por lo difícil. Si tienes ante ti un día duro de trabajo, lo aconsejable es que empieces por las tareas más complicadas. Evitarás quebraderos de cabeza a última hora.
4. Ordena tu mesa. Para hacer bien tu trabajo es muy importante que seas organizado. Debes ordenar meticulosamente tu escritorio para no perder datos importantes y saber dónde tienes todo. No te olvides del escritorio de tu ordenador.
5. Evita las distracciones. Las nuevas tecnologías son tus mejores aliadas en el trabajo pero pueden ser tu mayor enemigo. Para rendir al máximo olvídate de estar todo el rato pendiente de la ‘blackberry’, ‘facebook’ o el ‘ipod’.
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