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Bon appétit!



Historia basada en hechos reales, contada en dos tiempos que se alternan. En 1947, Julia Child es una mujer estadounidense felizmente casada con un diplomático, que no puede tener hijos, y vive en París. De carácter campechano algo arrollador, dispone de mucho tiempo libre, por lo que decide aprender los secretos de la cocina francesa junto a un gran maestro. Su amistad con otras dos mujeres le embarca en el proyecto de escribir un libro sobre cocina francesa para amas de casa norteamericanas. Por otro lado, en 2002, Julie Powell se ha casado recientemente y se ha ido a vivir con su esposo al Queens neoyorquino. Y combina su trabajo en una oficina de atención a los damnificados por los atentados del 11-S, con el mantenimiento de un blog en internet, donde arroja una mirada fresca al mundo culinario y a sus propias experiencias personales. Inspiración principal de Julie es el archifamoso libro de recetas de Julia.

Nora Ephron es una cineasta irregular, que combina títulos notables como guionista y/o directora (Cuando Harry encontró a Sally, Algo para recordar, Tienes un e-mail) con otros perfectamente prescindibles. El que nos ocupa, por fortuna, puede encuadrarse en el primer apartado. Ephron se ha basado en sendos libros escritos por las protagonistas, y verdaderamente demuestra estar en estado de gracia, su narración fluye con absoluta naturalidad, los saltos de una época a otra están perfectamente medidos. Suena a auténtico el amor presente en los dos matrimonios, y lo mismo ocurre con las pequeñas (o no tan pequeñas) crisis de la vida cotidiana. Y hay abundante espacio para el humor, pero también para las emociones capaces de provocar las lágrimas.

Obligado es subrayar el trabajo de las dos actrices principales, sensacional. Meryl Streep resulta divertida y entrañable en su composición de 'maruja' algo paleta, con un grandísimo corazón. Resulta muy recomendable escucharla en versión original, pues su entonación, y la forma en que se maneja en francés son sencillamente tronchantes. En el otro lado del 'cuadrilátero', pero nunca compartiendo pantalla con Streep, destaca también la interpretación de Amy Adams, un personaje más contenido, y por ello menos agradecido, que saca adelante con enorme talento.

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