
Regalos de navidad: La época en la que se regala más.
El problema es acertar con el regalo. Y ésto no es tan fácil como uno pudiera pensar.
Si el regalo es de índole personal o familiar, conseguir acertar con el mismo, conseguir que la persona a la que va dirigido le guste y lo aprecie, casi pasa a ser el factor más importante. Y esto puede ser complicado si, por ejemplo, no conocemos demasiado bien a la persona a la que va destinado el obsequio. En este caso una buena política es preguntar a los familiares, o a los amigos comunes, sobre los gustos y preferencias de la persona. Con cuidado de que ésta no se entere, claro. Si la persona no pertenece a nuestro círculo más íntimo de relaciones se deberían descartar los regalos excesivamente personales en favor de otros más neutros. En cualquier caso, al elegir un regalo se debe tener siempre en mente cual es el motivo que nos ha llevado a buscar ese regalo pues va a condicionar la elección. Al igual que en los regalos de empresa, en los obsequios personales el factor económico acabará condicionando notablemente la elección. No sólo por el potencial daño que pueden hacer a nuestro bolsillo, sino también porque pueden resultar inadecuados para la persona que va a recibirlos; ya sea por se un regalo demasiado pobre, ya sea justo por lo opuesto.
El regalo personalizado, una forma de buscar la originalidad

Un regalo personalizado es una buena forma de buscar una cierta originalidad, o por lo menos convertir un regalo común en algo menos típico. El tipo de personalización puede ser muy variado, tan variado como el objeto a personalizar.
Los ejemplos más habituales y clásicos los encontramos, por ejemplo, en las plumas estilográficas, o los bolígrafos de calidad, con el nombre de la persona grabado. Grabar el nombre del receptor del regalo es quizá la forma más antigua de personalización. No sólo se hacía con instrumentos de escritura, el nombre tambíen puede grabarse en joyas como por ejemplo colgantes, pulseras, o anillos. Si el nombre no cabe, siempre se pueden grabar las iniciales.
También se puede personalizar la ropa sin demasiados inconvenientes. Antaño casi la única posibilidad con la que contábamos era el bordado de nombre o iniciales. Por ejemplo en pañuelos, camisas, toallas, juegos de cama, servilletas, etc. La tecnología moderna nos ofrece hoy un abanico de posibilidades mucho mayor. Hoy en día podemos incluso crear dibujos y estampados en la ropa. El ejemplo más conocido quizá sean las camisetas personalizadas, con mensajes y dibujos elegidos por cada persona, creadas en cuestión de minutos a partir de una camiseta estándar.
También es posible personalizar libros, no solo con las iniciales a modo de "ex libris", sino tambien con imaginativas dedicatorias. De hecho, un buen regalo personalizado es el propio Ex Libris, diseñado con el nombre y los motivos de decoración que mejor nos parezcan.

La regla de oro para acertar con un regalo es "pensar en el otro". No es el valor material sino el valor afectivo que un regalo puede transmitir. En realidad se trata de decir con un objeto, lo que esa persona nos importa. Merece la pena dedicar tiempo a buscar el regalo más adecuado y dejar en los que conocemos un rastro de felicidad.
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