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Películas para el fin de semana



Año de producción: 2005
Dirección: Jane Anderson
Intérpretes: Julianne Moore, Woody Harrelson, Laura Dern, Trevor Morgan, Ellary Porterfield, Simon Reynolds.
Guión: Jane Anderson
Música: John Frizzell
Fotografía: Jonathan Freeman
Distribuye en DVD: Sony
Duración: 99 min.
Público apropiado: Jóvenes-adultos
Género: Biográfico, Drama
Extras DVD: Español e inglés 5.1.
Contenidos: Acción 1, Amor 3, Lágrimas 2, Risas 1, Sexo 0, Violencia 2 [de 0 a 4]

Madre no hay más que una

La verdadera historia de Evelyn Ryan, madre de diez hijos, católica de origen irlandés, tomada del libro escrito por su hija Terry "Tuff" Ryan. Evelyn estuvo casada con Kelly, un hombre frustrado por haber visto truncada una posible carrera deportiva; aunque no era mal tipo, Kelly era torpe en su actuar, y se gastaba gran parte de su sueldo en bebida, que le volvía iracundo. Siempre con agobios económicos, Evelyn se convertiría en sólido pilar de la familia; en primer lugar, por su afición en los años 50 y 60 a los concursos televisivos de todo tipo, de los que llegó a ser verdadera experta, hasta el punto de que los premios que ganaba -desde tostadoras a un viaje a Suiza, pasando por un carrito de la compra con todo lo que pueda meter en su interior- les lograban sacar de los mayores apuros; pero también por su infinita paciencia, bañada de amor, que le llevó a aguantar las mayores impertinencias, sobre todo del esposo, con una sonrisa, como si no pasara nada.

Tiene atractivo esta singular película de Jane Anderson, guionista y directora. Realmente el retrato que hace de la madre es precioso, y cuenta además para ello con la inestimable composición de esa gran actriz llamada Julianne Moore. Su personaje es lo más parecido que cabe imaginar a una "santa corriente", aunque ella en un pasaje del film en que se viene ocasionalmente abajo, niegue serlo. Realmente hace falta valor para hablar en nuestros días de que en el matrimonio hay que saber aguantar y ceder, y que el espíritu de sacrificio es esencial. No es esto lo que impera en tantas familias rotas.

El film está hecho con cariño, y la pena es cierta sensación de estancamiento narrativo, una vez conocemos a la familia y las habilidades de concursante de Evelyn. También resultan algo estridentes y desequilibrados con el resto de la narración los arranques violentos de Kelly. Pero hay pasajes muy originales, como aquellos en que la propia Evelyn, doblemente presente en el plano, ejerce de narradora, mostrándose a ella misma, y un optimismo de fondo muy de agradecer. Y tienen su interés las relaciones madre-hija, en que ésta no acaba de entender la actitud vital de la primera.

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