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Vestir de negro


Cuando la diseñadora parisina Coco Chanel lo convirtió en el color elegante por antonomasia, símbolo de sobriedad y sencillez, el negro empezó a ser un color imprescindible en cualquier ropero.

El negro es el color de los colores por ser la ausencia total de color. Durante siglos se ha asociado al duelo en la cultura occidental por ser el color que se usaba cuando una persona estaba de luto por la muerte de algún ser querido. Sin embargo las cosas empezaron a cambiar cuando la diseñadora parisina Cocó Chanel lo convirtió en el color elegante por antonomasia, símbolo de sobriedad y sencillez. A estas alturas se considera imprescindible en un ropero el consabido vestido de color negro al que se puede recurrir cuando, sencillamente, no se te ocurre otra cosa que ponerte. Sabes que siempre vas a quedar bien y, encima, te va a hacer muchísimo más delgada.

Desde la última mitad del siglo XX, el negro se ha convertido en un color comodín. Se puede conjuntar prácticamente con todo y resulta siempre elegante. Balenciaga y, posteriormente, Christian Dior, lo introdujeron pronto en sus colecciones para destacar ese aire etéreo de belleza sublime y estilizada que otorga a las mujeres. Vestir de negro tanto durante el día, puesto que es un color que va con todo, como de noche, con una buena joya siempre da estilo, es siempre estupendo. Vestir de negro tanto en invierno, ya que los colores grises y marrones combinan muy bien con este color, como en verano, por la noche -realzando el tono bronceado de la piel-, es fantástico. Apúntate al negro, es un color comodín.

Últimas tendencias
El negro también se apunta a las nuevas tendencias. Ahora se lleva el desteñido, delavé o tie & dye. Como su nombre indica, es el resultado cromático que obtienen las prendas después de someterse a un proceso de reducción del tinte que les da color. El resultado, prendas que sustituyen monocolores solitarios por degradaciones meticulosas que embelesen. Habrá que poner a prueba el gusto, porque una maleta cargada de desteñidos es una decisión suicida, por eso conviene combinarlos con alguna prenda lisa, como por ejemplo el negro. De noche o de día, este verano luciremos colores fraccionados en sucesivas gamas, tan llamativos y originales como divertidos.

BÁRBARA NICOLAU

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